Extremadura, por su situación geográfica, dispone de unas características óptimas para la ubicación de las instalaciones de energía solar fotovoltaica. La proliferación de este tipo de infraestructuras en nuestra región es un hecho, pero ¿en qué situación exacta nos encontramos? ¿cuántas plantas solares fotovoltaicas hay en nuestro territorio y cuántas están en tramitación en la actualidad? ¿qué interacciones provocan con las figuras de protección ambiental que se han declarado en Extremadura? ¿qué tipos de suelo se van a ver transformados? ¿se están ubicando en zonas adecuadas, ambientalmente hablando?
A todas estas preguntas se trata de dar respuesta en un trabajo recientemente realizado y presentado como Trabajo Final del Máster SIG y Teledetección, ofertado por la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Extremadura. Los resultados del mismo se han volcado en una aplicación web, dinámica e interactiva, y de acceso público, que aporta información acerca de la ubicación de las instalaciones fotovoltaicas, con el objetivo de que ayude a promotores y/o consultores en un estudio preliminar de las sinergias que las nuevas instalaciones pueden presentar, así como de las afecciones territoriales que, a priori, pueden tener las futuras plantas fotovoltaicas, y de este modo, poder tomar decisiones estratégicas de posibles inversiones en nuestra región en el sector de la energía solar. El enlace a la misma se encuentra al final del artículo. Sigue leyendo.
La energía es un elemento esencial para el desarrollo de las sociedades, pero de cómo la produzcamos depende el futuro de dicha sociedad. El modelo energético actual es insostenible, debido a que se basa en el consumo de combustibles fósiles, que son recursos limitados y altamente contaminantes, y a que es enormemente dependiente de los países que poseen esos recursos, por lo que transicionar hacia otro modelo es completamente necesario.
Las energías renovables son fuentes de energías limpias, inagotables y, cada vez, más competitivas. A diferencia de los combustibles fósiles, son prácticamente ilimitadas, y, en principio, se pueden aprovechar en cualquier parte del planeta, pero la principal diferencia surge, sobre todo, en que no producen gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático, ni emisiones contaminantes. Además, sus costes evolucionan a la baja de forma sostenida, mientras que la tendencia general de los combustibles fósiles es la opuesta, adicionado a la volatilidad coyuntural.
Dentro de las renovables, la eólica y la fotovoltaica son actualmente las más consolidadas dentro de las tecnologías energéticas con bajas emisiones, y a medida que van creciendo, los costes de desarrollo van disminuyendo. Todas las regiones del mundo están intensificando sus esfuerzos en la producción de energía solar. El crecimiento de la capacidad global instalada está siendo exponencial, y la International Renewable Energy Agency prevé que siga así, al menos, hasta 2050.
Pero estas instalaciones traen consigo una serie de consecuencias debido al importante uso del territorio que implican, así como potenciales impactos ambientales que deben ser analizados. Gracias a la colaboración de la Unidad de Renovables de la Dirección General de Sostenibilidad de la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, se han caracterizado todas las plantas solares fotovoltaicas construidas y, a fecha de elaboración del trabajo, en tramitación administrativa, se localizan y se extraen conclusiones sobre la ocupación territorial de estas instalaciones en los términos municipales, así como los usos de suelo y los espacios protegidos que se ven afectados. También se aplica el modelo de zonificación del territorio según la sensibilidad ambiental a la instalación de las plantas fotovoltaicas.
El diseño del proyecto se realizó con las siguientes premisas:
Los resultados obtenidos arrojaron que en la actualidad existen 117 plantas construidas, 3 en proceso de implantación y 108 en proceso de tramitación. Las ya existentes ocupan el 0,34% del territorio regional, existiendo un mayor número en la provincia de Badajoz que en la de Cáceres. El término municipal que tendrá una mayor superficie ocupada será Plasencia, y el que tendrá mayor presión (superficie ocupada por instalaciones / superficie total del término municipal) será Almaraz. Los usos de suelo preferentemente buscados han sido pastizales y tierras arables de secano, si bien hay un sorprendente porcentaje en regadío. Por otro lado, el porcentaje de afección a figuras de protección ambiental es residual, alcanzando un 0,15 % de media. Por último, se aplicó el modelo de zonificación territorial de la sensibilidad ambiental a la instalación de plantas fotovoltaicas desarrollado por el ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y se obtuvo que la mayor parte de las instalaciones se ubican sobre zonas de sensibilidad Alta.
Toda esta interesante información está plasmada en la aplicación web creada como resultado final del trabajo. Os animo a que la visitéis pinchando en el siguiente enlace:
Espero que os guste el resultado y os sea de utilidad.
M.ª Ángeles Membrillo Lucena
AgTech, GIS Analyst and Environmental Specialist en Arram Consultores
Autora del TFM “Estudio territorial descriptivo de la ubicación de las plantas fotovoltaicas instaladas y a instalar en Extremadura y elaboración de visor de consulta”.